miércoles, 4 de febrero de 2009

Y llegaron los escolásticos

Hacia 1100 Europa ya había establecido relaciones comerciales regulares con el Oriente Próximo y el ambiente intelectual europeo empezó a recibir nuevas influencias cuando se fueron conociendo los trabajos griegos gracias a los árabes y a los griegos bizantinos. El conocimiento de la cultura griega produjo una gran conmoción y los europeos empezaron a buscar copias de los trabajos griegos o de sus versiones árabes. Así se llegaron a conocer, entre otros, los trabajos de Euclides y Ptolomeo y algunos de los trabajos de Arquímedes. Los europeos, que quedaron asombrados por estas obras, se convirtieron en seguidores del pensamiento griego.
Inmediatamente después de la llegada de las primeras traducciones de los trabajos de árabes y griegos comenzó a surgir un enfoque racional de los fenómenos naturales. Se comenzaron a buscar explicaciones racionales incluso de pasajes de la Biblia y se empezó a hablar de la necesidad de utilizar las matemáticas para el estudio de la naturaleza.
La introducción de algunos de los trabajos griegos, como los de Aristóteles, retrasó el desarrollo de las matemáticas en Europa un par de siglos. A lo largo de la Edad Media, Aristóteles había sido conocido principalmente por sus trabajos sobre lógica pero hacia 1200 otras de sus obras ya eran razonablemente conocidas. Durante el siglo XIII comenzaron a circular libremente sus obras científicas que fueron reestablecidas como objeto de estudio fundamental. Los intelectuales europeos quedaron muy impresionados por su organización lógica del conocimiento.
El defecto de la doctrina aristotélica fue su aceptación de todas las ideas que pudieran interesar a la mente, pero sin considerar apenas su correspondencia con la experiencia. Como la doctrina aristotélica era aceptada sin discusión, las nuevas ideas que surgieron tuvieron escasa acogida y se retrasó el posible progreso que habrían producido. Otro obstáculo fue el papel menor que concedía Aristóteles a las matemáticas.
El trabajo científico comprendido entre los años 1100-1450 fue realizado por los escolásticos que se adhirieron a las doctrinas basadas en la autoridad de los Padres Cristianos y de Aristóteles. En la Física de Aristóteles ya se había explorado la naturaleza del infinito, de los indivisibles o átomos, de los infinitésimos y del continuo, y del movimiento. Los escolásticos, siguiendo a Aristóteles, se ocuparon del estudio de estas ideas, iniciándose un largo periodo de prolijas y detalladas discusiones y disputas sobre ellas. Tales especulaciones se centraban en los aspectos metafísicos y no en la búsqueda de una representación consistente con las premisas de las matemáticas, efectiva y concluyente desde un punto de vista científico. Las disputas del siglo XIV acerca de los indivisibles, el infinito y el continuo mostraron una enorme agudeza y claridad de pensamiento que permitió evidenciar muchas dificultades lógicas que no serían resueltas hasta los siglos XIX y XX. Esto allanó el camino a los métodos infinitesimales de siglos posteriores que finalmente condujeron al cálculo.